domingo, 6 de setembro de 2015

Anecdotas de la tierra de la corrupción.

He aquí algunas pequeñas historias todas verídicas de la vida normal, clasemediera en un país tercermundista. Algunas son terriblemente desesperanzadoras, otras, paradojicamente, lo contrario. No puedo poner nombres ni pistas sobre los involucrados, ya que, como todos sabemos, los inocentes pueden ser castigados, los empoderados pueden ejercer su sadismo.

I. La alberca de CU.

Todos los pumas y allegados sabemos que ingresar a la alberca de CU es una prueba de resistencia frente a la inmovilidad y surrealismo ineficiente de la burocracia. Muchos sospechamos que esto es apropósito: de alguna forma no oficial podría ser una forma de limitar el acceso y evitar que parezca la estación de metro CU a las 20:00. Desgraciadamente somos muchos peleando por recursos limitados y no hay para todos. 

Puma Anónimo logró sortear todos los grandes obstaculos de papeleo y requisitos para ingresar este semestre (2016-I) a la alberca  P.A. tenía aún que pasar la prueba final: entregar los documentos para recibir su inscripción, ya tenía incluso fecha asignada para hacerlo. El dia de la fecha "el sistema se cayó", por lo que le dieron una nueva fecha para hacerlo. Esa nueva fecha llegó lista para recibir el ingreso anelado a la alberca e inmediatamente entrenar. Una empleada burocrática le contestó inmediatamente a su arribo: "no hay sistema, ya ya ya no hay sistema, no hay sistema." Ante la duda (por los modos) del Puma por lo que estaba aconteciendo y la mención de que era la segunda fecha que le daban para ingresar sus documentos físicos, la empleada comenzó a perder los estribos y ser más grosera. Puma quedó paralizado y con clara cara de confución, algo apestaba ahí. Llegó entonces un segundo empleado, mucho más joven y presumiblemente nuevo en el área, devorando su torta de pierna, alegre, y le pregunta a Puma: "¿Qué te hace falta?" , "Vengo a entregar mis documentos para que me den mi credencial. ", "Claro, dame, ¿ya los subiste?", "Si claro, hace una semana, ", " A ver, veamos tu número, ", etc etc... y el trámite y el sistema fluyen de forma completamente suave, mientras que la empleada original los ve con odio y saca un espejo y procede a maquillarse...


II. La vendedora de tamales de Oaxaca.

Afuera del hospital de la Marina (HOSGENAES) hay una chica Oaxaqueña que vende tamales en la mañana. Un derechohabiente curioso le preguntó de donde era, que hace ahí, como llegó. La respuesta de la tamalera es más o menos la sugiente.

" En la comunidad de Oaxaca donde yo vivo los maestros nos cobran cuotas de 400 pesos  para asistir a la secundaria, poco menos para la primaria.  Pero mis maestros faltan mucho y no nos dan clases, en realidad es una cuota para que nos den el papel al final de los tres años, no para darnos clase. A mis compañeros no les molesta, pueden ir a hacerse gueyes ahí, en vez de estar trabajando con sus familias, y es igual en todas las comunidades cercanas. Yo me cansé de que mis papas estuviaran pagando eso y mejor les pedí una ayuda para venirme a estudiar a la ciudad, a ver si aquí si me daban clases, pero apenas llegué hace unos meses y no me ubíco, estoy ahorita sobreviviendo con la venta de tamales."

El derechohabiente curioso se comprometió a darle clases una vez a la semana de matemática y física elemental. Hasta ahí va esta historia.


III. Balazos en la Narvarte.

Al parecer, la Narvarte sigue caliente. Este sábado en la noche, en la Narvarte Oriente, se escucharon claramente balazos. Es una zona que suele estar fuertemente patrullada, y que incluso tiene varios módulos policiales, el más cercano a los hechos, el del Parque de las Américas.
Sin embargo, esta vez no aparecieron las patrullas hasta que todo se calmó, y lo hicieron en silencio. Los vecinos estan convencidos que lo que se escucho fueron "varios balazos y una persecución" y hubo gritos de espanto. 
No he visto nada en las noticias ni nadie más que los vecinos lo comentan. 

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